jueves, 14 de mayo de 2015

Desarrollo de la empatía en los niños/as. Actividad para conseguir un adecuado desarrollo.

La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. En una competencia de la inteligencia emocional que nos permite reconocer el estado de ánimo de los demás y establecer relaciones respetuosas con las personas. Para relacionarnos con los demás necesitamos conocerlos, saber sobre sus sentimientos y necesidades, sobre su punto de vista.

La persona carente de empatía puede herir o agredir a los demás sin que esto le suponga ningún  remordimiento. Sin empatía, los vínculos con las otras personas serían débiles e inconsistentes.

Para llegar a ser empáticos es necesario haber madurado cognitiva y emocionalmente, tener un lenguaje desarrollado, capacidad para el pensamiento simbólico y pensamiento en perspectiva, así como conocimiento de las emociones propias y de los propios sentimientos.




¿Cómo vamos cambiando?
  • Los niños comienzan la vida con un único punto de vista, el suyo (egocentrismo)
  • A partir de los 2-3 años, gracias al lenguaje y juego simbólico, se va a producir un avance en la comprensión de las emociones de los demás (¿Qué le pasa? ¿por qué llora?), y los padres y adultos explican la causa de esas emociones, contribuyendo tanto al desarrollo emocional personal como a la comprensión de las emociones de los demás.
  • Entre los 4-5 años, los niños comienzan a darse cuenta de que los demás tienen estados mentales que no coinciden con los propios, incluso empiezan a ser capaces de imaginarse en el lugar del otro.
  • Entre los 7-8 años, conseguirán ser conscientes tanto de la existencia de pensamientos propios y deferentes en otras personas, como de los posibles contenidos de su pensamiento, reconociendo y anticipando emociones cada vez más complejas.
  • A partir de los 9 años, proyectan su empatía más allá de aquellos que le son próximos, pueden entender la diversidad  desean ayudar a los que piensan de un modo diferente y también a quienes no conocen.
  • Al final de la etapa primaria, serán capaces de pensar en los otros, describirlos física y psicológicamente haciendo referencia a aspectos emocionales, situarse en varios puntos de vista para intentar comprender las emociones de los demás y experimentar vivencias empáticas, tanto ante situaciones concretas como generales y referidas cada vez a más personas diferentes. 

Para conseguir un adecuado desarrollo de esta capacidad, tendremos que ofrecer un entorno que, además de garantizar las propias necesidades emocionales, anime a identificar y expresar aquello que sienten y proporcione muchas oportunidades para interactuar con los iguales, guiándoles con diálogos apropiados a ser conscientes y responsables de las consecuencias de sus actos en los otros y sensibles hacia sus emociones.

Os dejo una ACTIVIDAD para trabajar la empatía (autoconciencia emocional e comunicación) con niños mayores de 7 años:

La gallina Antonieta:  ¡POBRE ANTONIETA! (Ver)

Descripción de la actividad:

- Se leerá el cuento ¡Pobre Antonieta!, de Lucía Baquedano.
- Por grupos de cuatro se hará la representación de cuento.
- A continuación se hablará de los sentimientos de Antonieta, nos pondremos en su situación y se plantearán las siguientes cuestiones:
 ¿Qué le pasaba a Antonieta? ¿Era normal?, ¿Era bueno o malo?, ¿Qué pensaron las otras gallinas?, ¿Alguna vez os habéis sentido como ella, con miedo a ser rechazados por ser diferentes o no hacer lo mismo que los demás?
- Los mismos grupos de cuatro niños/as reflexionaran sobre esta pregunta y más tarde realizaremos una asamblea donde cada capitán de grupo expondrá las conclusiones a las que han llegado, después podrán participar todos y hacer una puesta en común.
- Comentaremos como sería el mundo si todos fuéramos iguales e hiciéramos las mismas cosas.


Cuento:

Todas las gallinas de la granja ponen unos huevos hermosísimos, excepto Antonieta, que los pone fritos.
Avergonzada, los esconde para que nadie los vea porque tiene miedo de que se burlen de ella.
Cuando los grajeros lo descubren empiezan a mimarla y abren un restaurante con una especialidad: los huevos fritos. Un día Antonieta pone un huevo normal y piensa que los granjeros la abandonarán, pero éstos están encantados porque saben que tendrán una nueva gallina que pondrá huevos fritos. 





Fuente: Cultivando Emociones. Generalitat Valenciana 

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