La ansiedad es una reacción normal y sana que todo el mundo
experimenta en situaciones de peligro, en momentos de preocupación, de estrés,
y que puede ser provechosa porque nos prepara para reaccionar y responder
adecuadamente ante estas situaciones si fuera necesario.
Sin embargo, la ansiedad se convierte en problema:
- Cuando se experimenta de una forma intensa y/o constante que interfiere en la vida de una persona alterando sus relaciones familiares, sociales y personales.
- Cuando surge en momentos en los que no hay peligro real.
- Si persiste después de que la situación de estrés ha pasado.
La ansiedad es difícil de manejar si la vemos de forma
global, por eso debemos aprender a notar la ansiedad según sus componentes. Las
formas más frecuentes de manifestarse son:
FISIOLÓGICAS
- Palpitaciones, aceleración del pulso
- Dificultad para respirar, suspiros, ahogos,
opresión en el pecho
- Alteraciones digestivas: nauseas, vómitos,
digestiones pesadas, diarreas o estreñimiento, dificultad para tragar, aumento
o disminución del apetito.
- Sudoración
- Sequedad de la boca
- Necesidad de orinar con mayor frecuencia
- Hormigueo en brazos y piernas
- Sensación de mareo y vértigo
- Temblores, tics
- Dolores menstruales, nuca, cuello, espalda
- Cansancio, fatiga
PENSAMIENTOS ANSIOSOS (los que pensamos antes, durante
o después de la situación ansiógena):
- Sensación de miedo a morir, a perder el
control, a volverse loco…
- Sensación de estar en peligro de que algo
malo vaya a ocurrir
- Preocupación
- Sensación de que las cosas van a suceder de
forma inevitable, que no vamos a poder controlar nuestras reacciones
- Sensación de indefensión
CONDUCTUALES
- Disminución del rendimiento y de la concentración
que puede interferir en la capacidad para realizar un buen trabajo, concentrarse en una
conversación, divertirse y disfrutar
- Muestras de inquietud e impaciencia: la
persona ansiosa no se encuentra bien en ningún sitio, tiende a escapar o evitar
lugares o situaciones en lo que piensa que la ansiedad se va a desencadenar,
como por ejemplo grandes almacenes, viajes, salir solo.
Estas formas de manifestarse varían según la persona que la
padece e incluso en una misma persona en diferentes momentos. Por lo general los síntomas físicos son los
que más predominan y pueden llevar a pensar que se padece una enfermedad grave.
Algunas recomendaciones:
- El primer paso para combatir el estrés o
ansiedad es entender que es y comprender sus mecanismos de respuesta
- Distinguir entre estrés positivo y negativo
- Identificar cuáles son las causas
individuales de estrés
- Conocer los síntomas individuales
- Adquirir recursos y estrategias para
reducirlo:
o
Relajación
o
Respiración
o
Yoga o meditación
o
Dormir bien, alimentación sana y actividad
física
o
Evite centrarse en los aspectos negativos y haga
un esfuerzo por destacar los aspectos más positivos de la situación.
o
Aprender a decir “NO”
o
Delegar
o
Organizar el tiempo
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